RESEÑA #135 | El prisionero del cielo (El Cementerio de Libros Olvidados #3)

 

  Carlos Ruiz Zafón | Planeta | 2011 | 379 págs.   

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En agosto leí Marina, de Carlos Ruiz Zafón, y me gustó tanto que me apetecía leer otro libro del autor. Finalmente, me decanté por el tercer libro de la saga de El cementerio de los libros olvidados, y os adelanto que fue todo un acierto porque me ha encantado, como todos los otros libros de esta maravillosa saga. Es una pena que Zafón ya no nos pueda regalar más historias.

            En El prisionero del cielo nos encontramos con los personajes del primer libro, que vuelven a tener problemas, por lo que la historia se sitúa unos años después de donde nos dejó el final del primer libro. Sin embargo, la peculiaridad de este libro es que nos moveremos entre dos hilos temporales: el presente de la historia, la posguerra, y el pasado, narrado por Fermín y situado en la Guerra Civil. Fermín recibe la visita de un misterioso hombre que hacía años que no veía, y con él problemas que creía enterrados. Por fin Daniel Sempere descubrirá la verdad.

            Respecto a los personajes, en esta ocasión tenemos a Fermín como protagonista. Me ha encantado poder conocerlo un poco más y que se le haya dado más peso en ese libro. De nuevo, Daniel Sempere, importante pese a que en la mayor parte del libro no interfiera, también es relevante en esta historia. Sorprendentemente, nuestro viejo amigo David Martín, el protagonista de El juego del ángel -segundo libro de esta saga-, vuelve a aparecer, aunque poco tiene que ver con el David Martín protagonista que conocimos. Más discretos, también tenemos de vuelta a mi querida Isabella y el señor Sempere. En conclusión, es un libro de reencuentros.

            El prisionero del cielo nos narra una historia muy gris, como la mayoría de las de este autor, aunque de la saga la consideraría la novela más dura, al menos por ahora. Viviremos con Fermín las miserias de la guerra, y eso nos hará verlo de una manera muy distinta. Él, tan risueño y bromista. Zafón no es un autor que escriba historias bonitas, sino realistas, aunque por ello sean crudas. Por otra parte, no es un libro que me haya enganchado y que no haya podido soltar, sino que hacía que siempre me apeteciese leer, aunque pudiese estar dos días sin cogerlo. Zafón tenía una pluma que me hace recordar por qué me gusta leer, sus libros te llevan con ellos.

            Si le tengo que poner alguna pega, sin duda alguna sería el final. Cuando faltaban veinte páginas para que terminase el libro y todas las tramas estaban abiertas y sin perspectivas de que se fuesen a cerrar en breve, ya intuí que la historia no se cerraría en el tercer libro. Si bien es verdad que todos los libros de la saga tienen personajes y subtramas en común, las historias son independientes, y que el tercer libro rompa ese esquema no me ha gustado porque lo he visto como una excusa para sacar un cuarto libro, y como no tengo el cuarto aquí, tendré que esperar para continuar con la historia, y eso no me convence. En la recta final la trama daba muchas vueltas sobre sí misma y el autor hubiese podido aprovechar para desarrollar un buen final.

En definitiva, El prisionero del cielo es un libro que me ha gustado, aunque no es mi favorito de la saga. Tiene los tonos grises de cualquier otra novela del autor, además de sus antiguos personajes, con los que nos reencontraremos. Si bien es verdad que he echado en falta más páginas y me hubiese gustado que la historia concluyese en el mismo libro, no puedo dejar de recomendaros este libro y animaros a que lo leáis, aunque no sea un género que os guste en especial.

PUNTUACIÓN:

¡Nos leemos!