Últimas reseñas. ¿Será alguno tu próxima lectura?

¿Formas parte del blog?

COFFEE TALK | En los zapatos de un introvertido

Hice una encuesta en Twitter sobre qué tema queríais que tratase en mi próximo Coffe Talk, este fue el más votado y realmente me apetece mucho hacerlo porque me va a servir de desahogo y para ayudar a que los que no son introvertidos nos entiendan y se pongan en nuestro lugar, un ejercicio de empatía. Hay tantas cosas que quiero decir sobre la introversión que no sé muy bien cómo orientar este post, así que salga lo que salga voy a hacer otras entradas al respecto, en esta me centraré en explicar cómo es una persona introvertida, en futuros posts hablaré sobre cosas que odiamos los introvertidos o de la creencia de que la introversión es algo malo que tenemos que cambiar.

"Wow, hay mucha gente..."
Para empezar, hay muchos tipos de introvertidos. Algunos lo son más que otros, hay quienes tienen sus puntos de extroversión, otros tienen un mayor grado de introversión,... Os voy a hablar desde mi experiencia, si eres introvertido y no coincidimos en todo, no pasa nada.

Una persona introvertida es aquella  que se siente más cómoda "encerrándose" en sí misma y que no sabe muy bien cómo expresar lo que piensa y siente. En mi caso es introversión combinada con timidez (que no son lo mismo), y aunque sé diferenciarlas a veces me cuesta distinguir la frontera entre una y otra.

Los introvertidos disfrutamos de la soledad, pero eso no significa que seamos asociales o que no tengamos amigos, como mucha gente cree. Yo tengo amigos y de vez en cuando me gusta salir, pero necesito mi espacio. Es decir, quizá un día salgo con mis amigos y me lo paso genial, pero después de eso como que necesito "cargar las pilas", meterme en mi burbuja, que se traduce en meterme en mi habitación y bloggear, leer, escribir,... Necesito estar sola. En mi caso no me gusta nada salir de fiesta, nunca he ido a una discoteca y no me atrae, y no estoy avergonzada por ello. Mucha gente cuando se lo digo me mira como si fuese un extraterrestre, y es molesto, pero creo que ese tema mejor lo dejo para otro post, como os he dicho al principio.

A los introvertidos en general no nos gustan las multitudes, el ruido, que se nos acerquen extraños a hablarnos (o nos gusta pero nos cuesta mucho llevar la conversación) o que nos toquen cuando no hay confianza suficiente. A mí me encanta conocer gente, pero nunca doy el primer paso para hacerlo porque sé que esa situación me va grande y no sabré manejarla, así que me abstengo. Los ruidos o la gente que grita en lugar de hablar me agobian un montón, siento mucho rechazo hacia esas cosas, cuando estoy en una situación así me entran ganas de huir. Respecto a contacto físico, si no tengo mucha confianza no me gusta que me toquen, no porque la otra persona me dé asco, simplemente me incomoda.


El mundo puede ser bastante duro para un introvertido, y la sociedad también. Desde que empecé a descubrir cómo era mi personalidad, mi carácter, me he sentido como si ser introvertida estuviese mal, como si tuviese que ser extrovertida para encajar, y no es así en absoluto, no tiene nada de malo serlo. Cada uno es como es y hay que aceptarnos tal y como somos, y me siento orgullosa de decir que ahora mismo estoy muy cómoda con mi introversión, me conozco mejor y me quiero por cómo soy realmente, y quien no lo respete que salga de mi vida.

Y creo que ya he dicho suficiente por hoy. Hay muchos temas que he mencionado pero en los que no he profundizado, y es que me apetece hablar de ellos exclusivamente y de forma individual en otros posts donde pueda extenderme y expresarme como quiero. Si sois introvertidos dejadme en comentarios si os sentís identificados con algo u os pasan otras cosas que no he mencionado (he dejado muchas en el tintero, que si no esto se hace eterno) y si no lo sois pero queréis comentarme algo o contarme alguna experiencia con una persona introvertida, pues también.

¡Nos leemos!
Lua.

Comentarios

  1. Yo también me considero introvertida y la verdad que coincidimos bastante.
    Un beso, nos leemos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola!
    Buena entrada, ha sido muy interesante. Sobre todo el hecho de que a mi también me ha pasado que cuando digo que no me gustan las discotecas o cualquier otro tipo de cuestión que parezca "popular" en los "jóvenes" me miran como si fuese un bicho raro. Pero cada uno con sus gustos, y nosotras a lo nuestro xD
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!

    Siempre he pensado que soy introvertida, pero desde luego no a este mismo nivel. Me considero introvertida porque no soy de esas personas que les sale fácilmente expresar sus sentimientos o abrirse con otros, tengo que tener bastante confianza para eso -puede que solo sea un aspecto de ser introvertido- y no me parece algo malo, para nada, al revés: no entiendo como la gente puede ir haciendo manifestaciones de super amor o super amistad a personas que conocen de tres días, es como que no me da confianza, me da la sensación de que es muy falso porque simplemente es imposible.
    Es cierto que no llego a tu nivel de ser introvertida, pero lo entiendo perfectamente, porque además, también soy tímida. Es algo que he cambiado bastante y creo que ahora ya soy mucho más abierta de primeras y no me corto tanto, pero la vergüenza y el miedo siempre están ahí y no van a desaparecer, aunque me sobreponga a ellos.
    Es curioso lo que mencionas de que ser introvertido está visto como algo malo, que hay que cambiar. Tienes toda la razón del mundo, yo tampoco lo considero malo y, de hecho, no entiendo esta sociedad en la que tienes que ser super extrovertido y super amable con todo el mundo y abrirte a la mínima y bla bla bla. Creo que la mayoría de las personas, en general, no somos así.

    Muy buen post ^^
    ¡besos!

    ResponderEliminar
  4. Hola!
    Estoy bastante de acuerdo contigo en todo lo que dices. Personalmente me considero una persona bastante introvertida, aunque también es cierto que ciertos aspectos que has comentado considero que pueden darse en todo tipo de personas.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola! Soy introvertida y cuando a veces hablo con mis amigos sobre lo que haré mi fin de semana (estudiar, leer, hacer tareas, ver películas, series, bloguear, etc.) me miran como si estuviera loca y me hacen sentir incomoda, pero cada quién debe hacer al final lo que lo hace sentirse cómodo. Que lindo post, gracias por hablar de esto. ¡Un beso❤!

    ResponderEliminar
  6. Hello, buenos dias!
    Me gusta tu blog :-) Would you like us to support eachother?
    I'm following you now on GFC # 183, I'd be happy if you followed back!
    Have a nice day, saludos desde Italia!
    Sonia Verardo
    http://www.trenchcollection.com/

    ResponderEliminar
  7. Hola linda, me ha encantado este post, supongo que me he sentido un poco identificada y has expresado muy bien como se vive la vida desde el punto de vista de una persona más introvertida. Yo nunca me he considerado extrovertida, me pasa como a ti, no disfruto demasiado yendo donde hay multitudes, que se me acerquen a hablar desconocidos, y necesito mis momentos de soledad en mi cuarto, pero por otro lado me encanta pasar horas con mis amigos, cuando estamos juntos podemos ser el alma de la fiesta allá donde vayamos, ellos sacan mi parte extrovertida supongo. No hay nada malo en que cada uno sea como sea, nadie debería juzgar a nadie por su forma de ser en este caso.
    Espero que estés genial, besos guapa!

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola guapa!
    Es una situación difícil, es verdad. Yo no soy nada introvertida, pero tampoco es que me lance a hablar con cualquiera, de hecho, tengo en común contigo algunas cosas como el hecho de necesitar estar a solas, meterme en mi burbuja, como tú dices. Tampoco me gustan las discotecas, habré ido un par de veces en mi vida, y salir de fiesta nunca ha sido mi plan favorito para el fin de semana.
    Como ya te han dicho, no es nada malo ser introvertido, solo es una forma más de ser, ¡aquí nadie es perfecto! Lo importante es quererse uno mismo, seamos como seamos.
    ¡Un abrazo fuerte!

    ResponderEliminar
  9. QUE LINDA ENTRADA. Bueno, me calmo, pero en serio me encantó que hablaras del tema. Yo también me considero introvertida, aunque no soy tímida. No tengo problemas con hablar con la gente, aunque no es algo que me guste hacer y no me sale espontáneamente si las personas a las que hablo no son realmente mis amigos. Pero, coincidimos, tampoco me gusta salir y siento la necesidad de estar sola, tranquila, en mi habitación, leyendo, escuchando música, pensando o haciendo nada. Es verdad que la gente cree que los introvertidos no tenemos amigos o somos antisociales, pero no, yo también los tengo, los aprecio y me divierto, pero necesito mi espacio. Tampoco nunca fui a una discoteca y no me interesa absolutamente en nada.
    Gracias por la entrada, en serio, es bueno saber que después de todo una no esta sola. Obviamente que tendría ya que saberlo, pero cuando tenés esos dias que te sentís un bicho raro me gusta leer estas cosas.
    Un abrazo gigante desde el otro lado del océano! <3

    ResponderEliminar
  10. ¡Hola!
    ME HIPER ENCANTÓ tu entrada!! Joo, me sentí muy identificada contigo y todo lo que dices. A mi me cuesta horrores conversar con alguien que apenas conozco (pero ya cuando estamos en confianza, soy la más alocada ?) hahah. A mi también me gusta estar sola, casi no salgo de casa y si lo hago es cuando son aquellos momentos especiales en el que sabes que tus amigos sí o sí te llevan a la fuerza okno xD. Pero en si en prefiero estar en mi rinconcito (cuarto) a leer o navegar por el internet.
    De verdad, esta hermosa entrada merece mil aplausos.
    Un beso enorme!!

    ResponderEliminar
  11. ¡Hola Lua!
    Aisss me he sentido tan identificada con esta entrada. Soy introvertida, tímida, callada... todo el pack junto y como dices, de cara a la sociedad somos como bichos raros. A mí me incomoda la gente en muchas situaciones. Me enerva que en un grupo de amigos o familiares siempre tenga que salir el listillo a hacer la broma de que no hablo o estoy a lo mío. Por supuesto odio salir de fiesta, el jaleo, el gentío... Ahora me da exactamente igual lo que opinen de mí pero en la época instituto te sientes rara, el resto te hacen sentir así.
    Para mí una noche ideal (desde siempre) es hacer pizza, ver una película y comer cuatro chucherías mientras tanto. Dejé de salir a bares a los 20 porque me aburría. Para escuchar música y tomarme una cerveza me quedo en casa, si quiero hablar con una persona me tomo un café a las cinco de la tarde. El tema discotecas es otro mundo aparte y he pisado una en toda mi vida, en Nochevieja. No escucho esa música que ponen y coñe, estar encerrados como sardinas en lata no me resulta el mejor plan del mundo.
    Por supuesto me encanta estar sola y si estoy con gente los planes tranquilos.

    Ya estoy deseando que nos hables de este tema en futuras entradas :)
    Me ha encantado.
    ¡Besotesss!

    ResponderEliminar
  12. ¡Hola, Lua!
    Me alegra que seas capaz de usar espacios como estos para compartir tus experiencias y asi poner un poco mas en perspectiva la situación para ti, personalmente, no me siento de la manera en la que tu lo haces, creo que por el contrario soy lo que se considera extrovertida, y mi problema es el temor a ser imprudente con alguien o toparme con alguien como tu a la que simplemente no le gustan las conversaciones de la nada. Pero creo que al final del día vamos a encontrar personas (que hay bastantes en el mundo) con las que seamos capaces de sentirnos bien.

    ¡Nos seguimos leyendo!

    ResponderEliminar
  13. Hola!
    He leído tu entrada y me he sentido identificada con muchas cosas. A mí también me gusta la soledad, pero amo a mis amigos y necesito estar con ellos de vez en cuando. Me encanta ese equilibro. Y también tengo un buen cacho de timidez. En mi caso me dicen que intimido mucho y que hasta doy miedo a la gente. En fin... Ellos que se lo pierden, porque no muerdo jajajaja
    Buena entrada!

    Un besote!

    ResponderEliminar
  14. En un lugar de cada uno tenemos el verdadero regalo de pertenecernos. Subir nuestras colinas interiores.

    Hay personas que tienen la facultad, el coraje, la valentía de colocar las cuerdas en esa pared infinita donde los mínimos salientes son un agarre para seguir clavando otro anclaje de seguridad; para si a veces se cae, caemos porque ese no era el sitio adecuado para clavarlo, para experimentar que cuando sentimos al final de la caída el tirón de la cuerda, esta nos despierta algo olvidado que teníamos de nosotros, y entonces, entendemos que esa caída era necesaria y ya la habíamos elegido incluso antes de ponernos a treparla.

    La elegimos para perfeccionar de nuevo la subida de una forma más suave, para encontrar ahora sí el sitio justo y seguro donde fijar un nuevo anclaje.
    Seguramente que al subir y hacer otro intento, notamos las infinitas aristas y texturas de la roca, de la piedra, y te das cuenta que al subir de nuevo tenemos que adaptarnos con un lenguaje nuevo a ellas, sintiendo contornos que antes ni habíamos percibido, pero esa vez sabiendo que no era la fuerza y el esfuerzo sobre ella lo que nos haría encontrar los verdaderos apoyos, sino la suavidad para encontrar los huecos donde encajan a la perfección nuestras huellas dactilares, y entonces esas aristas ya nos pertenecen para siempre y dejamos de notar su filo, para hacerlas un salvavidas cuando volvamos de nuevo a querer subir y revivir esa vía.
    La escalada sólo se puede hacer
    '' solo '', para entender que allí arriba podemos ser lo que somos sin las proyecciones que los demás hacen de lo que no somos.
    Quizás esa pared en medio de la nada no la subamos ese día y bajemos lentamente para una vez abajo mirar hacia arriba y ver donde hemos estado, y tener una perspectiva ahora sí diferente a como la empezamos. Quizás no intentemos subir esa pared de nuevo al otro día, ni al otro, ni al siguiente... Y dejemos a esa inmensa piedra también descansar de nosotros. Quizás volvamos solo a observarla y, entonces, ya no la contemplemos como una piedra, sino como una constante oportunidad de aprender de ella. Siempre estará ahí como esperandonos a una nueva llegada para colocarle nuevos seguros de diferentes colores.
    Pasado el tiempo, sin darnos cuenta, un día llegaremos al final de la aventura en esa piedra, quizás algo cansados, pero no extrañados, nos sentaremos en el borde con las piernas colgando sin miedo, y entonces divisar desde lo elevado el horizonte más extenso de nuestra propia geografía, y sentir que ya nos pertenece sin necesitar ninguna brujula, que el norte siempre está reflejándose en el sur, necesitandose mutuamente, y sin ese sur sería imposible encontrar el norte. pero si nos ponemos de pie en la cumbre de la roca y miramos alrededor, nos daremos cuenta que esa columna de mineral tiene también otras caras, y esas también hay que descubrirlas, y entonces lo que parecía que había terminado solo era el comienzo, afortunado comienzo de uno mismo.
    Quizás alguna vez invitemos a escalar a alguna persona con nosotros, pero sin perder ni querer modificar la mirada única que sólo nosotros tenemos de ese lugar.

    Hay personas que no son nunca introvertidas, sino introspectivas, y en esa introspección se convierten en unos maravillosos extrovertidos consigo mismos; donde la auto-comunicacion se hace tan especial como única y extraordinaria.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por comentar!

Comenta lo que quieras mientras no sea SPAM.
Si no has leído la entrada, ahórrate el comentario.

Entradas populares