RESEÑA #98 | El juego del ángel (El Cementerio de Libros Olvidados #2)

*No contiene spoilers del libro anterior: son independientes.

➤ AUTOR: Carlos Ruiz Zafón

➤ EDITORIAL: Planeta

➤ AÑO: 2008

➤ PÁGINAS: 667

➤ GÉNERO: Misterio, ficción histórica

➤ OTRAS RESEÑAS: La sombra del viento

El año pasado leí justo por las mismas fechas el primer libro de esta tetralogía, La sombra del viento, y he de decir que a pesar de no ser gran lectora del misterio, me fascinó. No obstante y sin motivo, hasta ahora no me he animado a seguir, quizá por las expectativas, quizá por la cantidad de páginas (que ya sé que es una tontería, pero bueno, algunos lectores no podemos evitarlo).

«Eran años en que se crecía aprisa, y para cuando la infancia se les caía de las manos, muchos niños ya tenían mirada de viejo.»

Como os he indicado antes, son libros independientes unidos por un mismo hilo: El Cementerio de los Libros Olvidados, y aunque no hay peligro de hacerse spoilers es recomendable leerlos por orden de publicación. No obstante, me vais a permitir una pequeña contradicción: no entiendo por qué este libro no se publicó antes que La sombra del viento, pues la acción de este transcurre antes que los hechos del primer libro. ¿Esto supone un problema? Bueno, si eres la clase de lector/a que no lee las sinopsis —como yo—, sí porque te confundes pensando en el primer libro.

Me encantó volver a la librería de los Sempere que salía en el primero, pero no sabía si el Sempere padre y el hijo eran los que salían en La sombra del viento porque notaba contradicciones… Y al leer la sinopsis vi que este transcurría unos veinte años antes. ¿Por qué? No lo sé, pero nuestro protagonista —David Martín— ya debería ser un señor mayor en el primer libro. Qué nostalgia. Quizá si no hubiese dejado tanto espacio entre libro y libro esto no hubiese ocurrido, tengo que releer el primero.

Sin duda alguna este libro es hermano de La sombra del viento, se le nota en la esencia. Cuando abres un libro de Zafón y vas conociendo al protagonista ya puedes ir pensando pobre desgraciado, la que se le viene encima. Así es, tiene todos los componentes del autor: un misterio que, aunque vas conjeturando hipótesis durante todo el libro te las desmonta poco antes del final, dosis de mal rollo y en este libro en particular escenas violentas bastante gráficas que te dejan los pelos de punta… Muy suyo, sí, y aunque no es el tipo de libro que me suele gustar, Zafón hace que me encante y me sienta como en casa. Es un autor que me atrae mucho leer en invierno, no sé exactamente por qué motivo.

«Toda obra de arte es agresiva, Isabella. Y toda vida de artista es una pequeña o gran guerra, empezando con uno mismo y sus limitaciones. Para llegar a cualquier cosa que te propongas hace falta primero la ambición y luego el talento, el conocimiento y, finalmente, la oportunidad.»

La pluma del autor es otro fuerte de estos libros: es cuidada y a la vez relajada, te deja con la sensación de que las palabras fluyen, naturales, aunque denotan mucho trabajo detrás. Las descripciones de la Barcelona de principios del siglo XX me maravillan: la arquitectura modernista, la sensación de vivir en una ciudad rodeada de bruma… Es mágico y a la vez escalofriante. Por mucho que sus libros sean gruesos siento que las páginas se pasan solas, solas mientras bebes un café calentito, estás tumbado/a en el sofá con una manta y en mi caso al lado de la chimenea. Leer sus libros es un placer.

Respecto a los personajes, he de decir que prefiero al protagonista del primer libro: Daniel es mucho mejor que David, aunque tampoco me ha desagradado. David es un hombre que nunca sabes lo que siente, no sabes si es inmune al miedo o está temblando por dentro, no sabes si huirá o se lanzará. David y yo hemos sido amigos, sí, pero en muchas situaciones hemos discrepado, y si a eso le sumas el hecho de que en ocasiones lo veo demasiado frío, pues la verdad es que no le he llegado a tomar simpatía del todo. Respecto a Cristina, nunca me ha caído bien: decía una cosa y hacía otra, se limitaba a ser un títere, a dejar de lado lo que ella quería y dándole igual hacer daño a gente con sus acciones, además de que me ha faltado construcción en el romance para creérmelo del todo. Isabella me ha encantado, ha sido el personaje que más me ha gustado y además con el que me he sentido identificada: joven con inquietudes con miedo a lanzarse pero con ganas de aprender.

Se trata de un libro bastante más turbio que el anterior, donde las escenas son mucho más grotescas, hay muchos crímenes y no sabes si el protagonista es inocente o no. A veces te preguntas si el/la loco/a eres tú porque está todo tan bien tejido e hilado que te cuestionas si realmente el protagonista dice la verad o has caído en una trampa: tu moral te dice una cosa, tu corazón otra. Yo al menos me he sentido así.

«―¿Sabe lo mejor de los corazones rotos?―preguntó.

Negué.

―Que solo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños.»

En conclusión, he de decir que he quedado muy satisfecha con esta segunda parte y que ahora no me da tanta pereza seguir con esta tetralogía, aunque no sé si leerme antes el primer libro de nuevo para refrescar la memoria. Recomiendo mucho a Zafón, por lo menos estos dos libros que llevo leídos suyos: es un autor que me engancha a pesar de pertenecer a un género que a mí no me suele llamar la atención.

PUNTUACIÓN:

¡Nos leemos!