RESEÑA #131 | Tokio Blues

  HARUKI MURAKAMI | Tusquets editores (2007) | 1987 | 382 págs.   
  Traducción por Lourdes Porta  

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SINOPSIS:

Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha una vieja canción de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los años sesenta. Con una mezcla de melancolía y desasosiego, Toru recuerda entonces a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y único amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste distanció a Toru y a Naoko durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación íntima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en la vida de Toru le lleva a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. Y ningún de los personajes parece capaz de alcanzar el frágil equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.

A finales del 2018 me decidí a leer Tokio Blues después de que estuviese un año mirándome de reojo desde la estantería, pues Murakami es un escritor que impone mucho, y un libro con tanto renombre como este, más. Sin embargo, cuando lo leí encontré un libro mucho más ligero de lo que me esperaba al saber que era muy reflexivo e introspectivo, me gustó tanto que lo consideraba uno de mis libros favoritos y entró de cabeza en mi top de lecturas del 2018 (link aquí).

    Ya os he puesto la sinopsis arriba, y la verdad es que no sabría explicar de qué trata este libro porque es una novela de personajes completamente, lo que pasa importa poco. La novela nos cuenta la vida del joven Toru Watanabe, Watanabe para los lectores, un chico normal y corriente que va a la universidad sin que le apasione demasiado lo que estudia, que tiene pocos amigos y al que el suicidio de su mejor amigo Kizuki le dejó bastante afectado. Watanabe se encargará de cuidar a su manera a Naoko, la novia de toda la vida de Kizuki. Más adelante, otra chica se cruzará en su camino: Midori, una chica muy peculiar. Tokio Blues, novela de Haruki Murakami, autor que ha sido y es valorado como posible candidato al Nobel, nos situará en el Japón de los años 70.

    Nuestro protagonista es descrito de una manera tan real que sentía que era una persona de carne y hueso, es un chico que podrías encontrarte caminando por las calles de Tokio, supongo que que te lo cuente en primera persona ayuda a que lo sientas más cercano. Respecto a Naoko y a Midori, creo que la primera vez me gustó un poco más la segunda, y en este caso, aunque no me haya desagradado, la he visto demasiado excéntrica y me ha gustado más la primera. Nagasawa, el único amigo cercano que consigue hacer Watanabe en la residencia, me ha parecido un personaje repugnante por como trata a su novia y a las mujeres en general, además de ser un egoísta, pero también me ha parecido interesante lo bien construido que estaba el personaje y su fascinación por el arte. Reiko es un personaje que recordaba con mucho cariño, me ha gustado mucho su forma de ser y a veces solo quería abrazarla por la vida tan dura que le tocó vivir.

«—Hay dos clases de personas: las que son capaces de abrir su corazón a los demás y los que no. Tú te encuentras entre los primeros. Puedes abrir tu corazón siempre y cuando quieras hacerlo.

— ¿Y qué sucede cuando lo abres?

—Que te curas.»

    Murakami, autor que recibe tantos halagos como críticas, es acusado de ser un escritor oriental occidentalizado porque reside desde hace muchos años en Estados Unidos, por lo que su estilo y su forma de ver las cosas quizá no sea tan fiel al punto de vista japonés, y no sé deciros si es así o no porque no he leído demasiados libros de escritores asiáticos ni tengo conocimientos sobre literatura y cultura japonesas, pero sí que se nota que no está escrito por un autor occidental. Los personajes tienen una forma de ser muy distinta a la nuestra, la muerte está mucho más presente, se ve la vida de una forma diferente, el sexo también tiene mucho peso en la trama (se habla abiertamente de él, aunque no tengamos escenas demasiado explícitas),... Y, lo que más me llamó la atención fue una escena en la que Naoko y Watanabe quedaron y estuvieron horas caminando uno detrás de otro a metros de distancia por las calles de Tokio, sin hablar. Algo impensable para nosotros, ¿verdad? Quizá no será algo muy normal en Japón tampoco, pero no sé por qué me da que no se extrañarían tanto como nosotros al leerlo.

Película de Tokio Blues (2010)

    Por este libro siento un cariño especial. Lo he subrayado y he escrito comentarios en sus páginas las dos veces que lo he leído y la verdad es que eso lo hace muy especial. Cuando lo leo siento que es un libro que nunca me voy a cansar de leer, que es una pena que termine porque nunca una historia me ha acompañado tanto mientras lo leo. Es un libro lleno de canciones, de libros, de lugares que te acompañan y que hacen que lo sientas muy cercano. No sé cómo describirlo porque hay muchas personas a las que no les habrá gustado este libro porque no todo el mundo conecta con las novelas de personajes, pero es mi caso y con este tengo una conexión especial. Sé que no será la última vez que lo lea.

«Lo que nos hace personas normales es saber que no somos normales.»

En conclusión, Tokio Blues es un libro que me ha fascinado tanto como la primera vez que lo leí y que seguirá en mi top de libros favoritos, aunque sea triste y peculiar. Es verdad que leí El elefante desaparece y sus relatos de realismo mágico no me gustaron mucho, pero sé que otros libros del autor que ya tengo en la estantería, como pueden ser Kafka en la orilla o De qué hablo cuando hablo de escribir, me van a gustar mucho, así que espero este verano animarme a leer algo más del autor. Os animo a que le deis una oportunidad también, aunque no vaya a gustar a todos los lectores.

PUNTUACIÓN:

¡Nos leemos muy pronto!

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