COFFEE TALK | ¿La literatura juvenil es un género?

El otro día os pregunté en Instagam (seguidme aquí) qué posts os gustaría leer en el blog e Iván (aquí su Twitter, aquí su instagram y aquí su blog) me propuso que hablase sobre si la literatura juvenil debería considerarse un género o no, y aquí estoy, a punto de daros mi opinión. Aprovecho para pediros que me propongáis ideas para próximos posts en los comentarios. Seguid a Iván, anda. Le gustan Pérez Reverte y Risto Mejide, pero como es un chaval majo se lo perdonamos (es una broma, no te enfades, porfa. Bueno, lo de que esos dos me caen mal no, ya lo sabes). 

Durante un par o tres de años he sido lectora asidua a la literatura juvenil, tanto que casi todo lo que leía pertenecía al género; actualmente leo bastante poca literatura juvenil, al menos comparado con la cantidad que leía antes. Sí, como habéis podido notar, la he catalogado como género, aunque en mi opinión sería más un subgénero. No quiero que el tema de si los libros tienen edad eclipse el post, pero es necesario que dé mi opinión sobre él para poder argumentar después lo que pienso.

Yo creo que algunos libros tienen edad y otros no. Siempre he defendido a capa y espada la idea de que los libros no tienen edad, pero si nos paramos a pensar en algunos casos nos damos cuenta de que hay excepciones. Pongamos un ejemplo: ¿a un niño de cinco años le daremos Don Quijote para que lo lea? ¿A un niño de diez le recomendaríamos leer Ana Karenina o It ends with us (reseña)? No, ¿verdad? Creo que los libros dejan de tener edad una vez el lector tiene cierta capacidad de razonamiento y reflexión, y eso se alcanza a una edad distinta en cada persona. Ojo, con eso no quiero decir que un género sea más fácil que otro ni mucho menos, simplemente que una vez que el lector adquiere cierta madurez puede leer cualquier libro. No sé si me he explicado.

Una vez expuesto mi punto de vista, sigamos el hilo principal del debate. Considero que es útil catalogar los libros por sugéneros dependiendo de la edad de los protagonistas. Por ejemplo, si queremos leer algo middle grade podemos leer El único e incomparable Ivan, tengas diez, treinta o noventa años. Si nos apetece leer un libro con protagonistas juveniles tenemos Rabia (reseña aquí), para protagonistas jóvenes pero ya adultos podemos sumergirnos en la trilogía Volver a ti (reseña del primero aquí, la del segundo se publicará el 19 de septiembre), y si hoy nos apetece más leer algo adulto siempre nos queda Nora Roberts con su Nacida del fuego (reseña: 13 de septiembre). No sé a vosotras ―mayoría femenina entre mis lectores―, pero a mí no siempre me apetece leer a personajes de la misma edad, así que ¿qué daño hace que haya subgéneros? Ninguno, y si alguien quiere llamarlos géneros me parece muy bien.

¿Por qué he decidido llamarlo subgénero? Porque una novela juvenil nunca será una novela juvenil a secas: hay de misterio, románticas, paranormales, de ciencia ficción,... No es lo mismo una novela juvenil dramática  como Nunca digas siempre (reseña) que una novela distópica de ciencia-ficción como La quinta ola (reseñas). En mi opinión primero va el género y después la edad de los protagonistas, que para mí es menos importante que lo primero, pero eso ya depende de cada uno, no me voy a meter en nimiedades.

Creo que muchas personas se cuestionan por qué la novela juvenil es considerada un género, pero nunca por qué pasa lo mismo con la novela adulta. Si me permitís dar mi humilde opinión, es por los prejuicios. Ya sé que no os pilla por sorpresa, todas hemos tenido que soportar los injustos comentarios al estilo de: Vale, lees literatura juvenil pero, ¿lees libros de verdad? ¡Anda! No tenía ni idea de que existiesen libros de mentira, ¡igual deberíamos crear un nuevo subgénero para esta clase de libros! Bien, fuera bromas: no entiendo por qué la gente ataca la adolescencia y la mira con desdén una vez la ha superado. No lo entiendo. Vamos a ver, la adolescencia te ha impulsado a ser adulto, la adolescencia es una parte esencial y muy importante en nuestras vidas... ¡es la base del adulto que seremos! No lo menospreciemos y pisoteemos, por favor.

En conclusión, considero que la literatura juvenil puede ser tanto un género como un subgénero, aunque personalmente prefiero lo segundo. Si bien es cierto que ya no consumo tanta, jamás la miraré con desdén porque muchos de mis libros favoritos fueron o son juveniles, y es que te pueden enseñar tantos valores como cualquier otro tipo de libro. No dejéis que pisoteen vuestros gustos y preferencias, son tan válidos como cualquiera. Ah, ¡y catalogad los libros por los géneros que os dé la gana!

¡Nos leemos!